A los ojos de la mirada de Monica, y a su abuelita.
En el instante del descenso de una lagrima en su rostro comprendi la eternidad.
Eternidad es un instante dramatico, desde el punto de vista emocional, donde te estalla la belleza en una implosion que se reduce a una gota salina que desciende por el rostro de quien acribill el corazon con tension sentimental y la pasion se desorbita diluida desde sus ojos, por el rostro que se oculta en la enjugada mirada toda la pasion de quien en amar se le descuelga por el rostro, furtiva, una lagrima.
A mi me recuerda a sus ojos.
La lagrima blanca, cristalina y salina, en sentimiento reflejado guarda la pureza de la mirada de una niña de luz que duerme en una vitrina retirada en la nada infinita de la mente que la estima y la tiende, entre su mirada divina, lazos de luz que organiza el corazon como maromas lanzadas a abordar un navio que naufraga en el mar salino que desciende desde su mirada.
Lo primero que quiero empezar es definiendo lo que es eternidad.
Eternidad es su mirada.
El centro del infinito son sus ojos.
El descenso a la infima infinidad cotidiana de un rayo salino de agua es su lagrima.
El observador soy yo que mi vida a su vida se aproxima en este instante de grandisima distancia.
Donde ella no esta es noche.
Donde ella esta es mañana.
Lo infinito es los universos escondidos en su mirada que descienden al suelo en lagrima si esta no es rota por una mano que la aparta.
La osadia de esta lagrima es que es una gota y aspira encerrar el reino de la reina de mi palabra.
...no le busques sentido, no lo tiene.
maestro zen
jueves, 14 de febrero de 2008
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