viernes, 22 de febrero de 2008

capitulo 9

Hay cosas que no existen..., hay cosas que se alcanzan.

Lo que te voy a contar de ella, de Monica, no sirve para nada.

No sirve para nada y es ese su verdadero valor.

Monica es un estadio de comprension de lo infinito, de que todo aquello que he soñado, pensando y deducido, que tiene que ver con lo eterno, divino e inefable, es real, probable y contiguo a uno mismo.

Del mismo modo que ella es una mujer, ella es lo infinito.

Monica, te doy gracias por tu paciencia por permitir que ascienda mi nivel de consciencia, a tu lado.

Monica es un imposible, y si miras a un imposible, solo en su afrenta sucede la transformacion.

Yo, ante ella, era un alumno aventajado, de algun modo sabia que el Tao de Lao Tse, o la iluminacion de un Buda o el reino de amor del Mesias, era posible y existia.

Despues de diez años de meditacion continua es, cuando puedes alcanzar a ver que Quevedo no mentia al aformar que no solo el tenia libertad despues de veros.

Ante ella no quiero nada.

Esto es muy importante. No pido, no exijo, no permito. Simplemente, no existo, simplemente me olvido de que me olvido y me hago uno con su infinito.

Trato de impregnarme como cuando te acercas a un perfume que alguien ha lanzado al aire y, millones de gotitas descienden y se quedan en ti, pero tu no las coges. Primero, no podrias, segundo, desapareceria en la intencion, la capacidad de que una gota de ese aire manchado de aroma te cale.

Monica, gracias por permitirme.


...no le busques sentido no lo tiene.

maestro zen.

No hay comentarios: