sábado, 16 de febrero de 2008

capitulo 4

La eternidad es femenina.

Es un tu en ti.

Es ese silencio.

Es tu divinidad.

Es tu en ti, eterna eternidad.

El alma busca un desapego un destierro en busca de reinos, tesoros y ofrendas que allegar desde cualquier momento a cualquier lugar.

Tu en ti supone un estallido del corazon inmerso en millar de colores que decoren el blanco y negro de una realidad no apta a tu caminar.

Y es ese mi sueño, el sueño de soñar, de procurar trascender en distancia mi dia a dia en tu eternidad.

Tu en ti es un salto en la vertical de la distancia que separa el tiempo de mi mente que tiende a ti a mi alma.

Tu eres eternidad por ser una seccion en el pasado de mi memoria que te recuerda para ya no soñar futuro pues todo tiempo se consume en tu majestad.

Esa lagrima que desciende y su silencio a mi me hiere de su hermosa cruel crueldad que un rostro, trozo de cielo, se hiera por gota de salino mar que extiende su vuelo rasero por la mejilla que la ve precipitar al vacio incierto que la recoge con una mano que la gota trata de tapar.

Una mujer es una eternidad poetica.

Aquí poetica quiere decir, de creacion.

La eternidad es la capacidad de parar el tiempo pues en cada instante del instante cabe mas sensibilidad.

Y si es asi, en esa sensitividad, el alma se expande alcanzando en su destierro tu deidad.

Eres suave como el invierno atercipelado de atardeceres friocalidos.

Tu sincera verdad se desprende mas alla de cualquier instante que yo pueda enumerar.

Y aun asi, sientes desasosiego.

El altar de mi alma impero en tu verdad para alcanzar un momento de paz en un silencio hostil que doluye el instante de volver a recordar que no existe lo concreto solo tu eternidad.


...no le busques sentido, no lo tiene.

maestro zen.

(a los ojos de la mirada de Monica)

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