Existe el poder de una lagrima de recoger, en su agua, el sentimiento mas infimo como una constelacion de estrellas de ensueños que buscan encontrar el equilibrio del universo en su vueloco de su llorar.
Ese agua es bendecida de eternidad y sal.
En el segundo aspecto esta la conciencia del que entiende lo que se extiende tan solo por lograr hallar la seda de la libertad en ti.
La seda suave de la tela que envuelve en un fingido aura y aire el perfil de tu cuerpo que pienso.
Son formas, fantasmales, increiblemente bellas como cada instante en que tus ojos crean universos de poesticos espacios.
Ademas encuentro el sentido del proceder de el amar sin amor.
Del amor sin amar como actitud, como planteamiento vital.
La devocion como desatino del instante que no se contener al verte envuelta en loor de la distancia inamovible de la pretension que se enreda en el que nada ansia.
Y la devocion como forma erronea de un estado acertado de vivir en amar el amor.
La persona y la vida en sentido puro de un estado impuro de quien no alberga ninguna pretension.
Por fin, en una delicada situacion, aceptar el vacio y la nada, si, quien ama no amar y a quien ama no existe, solo queda el instante del velo supremo de tu eternidad.
Hoy me has mirado..., y sonries.
Me has sonreido.
...no le busques sentido, no lo tiene.
maestro zen
martes, 26 de febrero de 2008
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